La historia de hoy, está dedicado a unos de eso grandes pilotos de rally, que se convertirían en héroes peleando curva tras curva en las carreteras a lo largo del planeta. Nuestro protagonista de hoy, pasaría a la historia por convertirse en el primer ganador del FIA Cup for Drivers, precursor del actual campeonato del mundo de Pilotos. Evidentemente hablando de Sandro Munari conocido con el sobrenombre de “Il Drago di Cavarzere”, este genial piloto italiano, estaría íntimamente ligado a Lancia y en particular al espectacular Lancia Stratos, con el que marcaria una época.
La historia de Sandro Munari, comenzaría en Cavarzere, Veneto, donde nacería el 27 de marzo de 1940. Sus inicios en el mundo de la competición, seria en los karts, donde participaría brevemente antes de comenzar su vinculación con el mundeo del rally, cuando 1964, se convirtió en copiloto de Arnaldo Cavallari y su Alfa Romeo Guilia TI Super, con el que lograría algunos triunfos como el del rally de Cerdeña. Su actividad como piloto de carreras comenzó en 1965, donde competiría de manera activa en los rallys, llegando a competir en el Rally de los 1000 Lagos disputado en Finlandia. Con esto comenzaría a demostrar sus dotes como piloto, llamando la atención de Cesare Fiorio, por entonces Team Manager de Lancia, para formar parte del equipo de Rally de Lancia para 1966, comenzando así su especial vinculación a la marca turinesa, que le llevaría a la consecución de los mayores y más especiales triunfos de su carrera.
El debut con Lancia, seria en el legendario Rally de Montecarlo, donde comenzaría a demostrar su talento, tan solo la mala suerte privaría a un joven S. Munari, de una mejor posición en la clasificación final debido a una avería en su Lancia Flavia Coupe. Ese año, tampoco llegarían los buenos resultados a nivel internacional con el Lancia Fulvia HF, sumando varios abandonos como el del Rally de España o la Copa de los Alpes.
Pero sería para la siguiente temporada, cuando comenzaría a llegar los buenos resultados como la consecución de su primer Campeonato de Italia de Rally tras haberse adjudicado gran parte de las victorias del campeonato. Pero no sería solo en Italia donde comenzaría a mostrar sus aptitudes, sino que lograría la victoria en el legendario Tour de Corse, disputado en las tortuosas carreras de Córcega, también conseguiría otros meritorios resultados como un segundo puesto en el Rally de España o en el rally de Ginebra o una quinta posición en el Rally de Montecarlo, todos ellos al volante de un Lancia Fulvia HF. Los siguientes años se consumarían de nuevo triunfos como en el Rally Internacional Camino de la Plata o Rally de los Alpes Orientales en 1968, aunque se veria obligado a retirarse en Rallys como el de Monaco, el Tour de Corse. La consecución de su segundo título del Campeonato de Italia de Rally seria en 1969, ese mismo año lograría el triunfo en el Rally San Martino di Castrozza o Rally Automobilistico Internazionale del Sestrierel de nuevo montado en un Lancia Fulvia HF.
Con la llegada de los setenta, comenzarían a llegar sus mayores triunfos. En 1970, sería una temporada plagada abandonos en gran medida por problemas mecánicos aunque lograría un segundo puesto en el Rally de Portugal a los mandos de un Lancia Fulvia HF junto a Arnaldo Bernacchini. Para la siguiente temporada lograría el subcampeonato de Europa de Rally de nuevo con su Lancia Fulvia y con Mauro Mannucci como copiloto. Otro de sus grandes triunfos llegaría en 1972, cuando conseguiría ganar por primera de sus cuatro victorias en el Rally de Montecarlo, de nuevo al volante del incombustible Lancia Fulvia 1.6 HF. Además obtendría los triunfos en el Rally de Sicilia, el Rally de la isla de Elba o el Rally San Martino di Castrozza. Pero las cualidades de S. Munari, no se restringían a los rallys, también demostraría sus cualidades en las carreras de velocidad, llegando a ganar carreras tan importantes como la mítica Targa Florio al volante de un Ferrari 312/P junto con Arturo Merzario.
Seria para 1973, cuando lograría el título de Campeón de Europa de Rally de nuevo con un Lancia Fulvia HF, obteniendo los triunfos en el Rally Costa Brava o Rally San Martino di Castrozza. Sería con el increíble Lancia Statos con el que lograría varios triunfos, como el Rally Firestone disputado en España, que se convertiría en el primer triunfo del Lancia Stratos en Rally, además de que hay que añadir la victoria en el Tour de France. Pero ese año también seria cuando se implantaría el campeonato del mundo de Rally en el cual participaría hasta 1984. Durante su primer año en el mundial de Rally no lograría ninguna victoria con el Lancia Fulvia. De nuevo volverá competir en la mítica Targa Florio, donde lograría un segundo puesto al volante de un Lancia Stratos HF compartido con Jean-Claude Andruet.
Para 1974 llegarían sus primeras victorias en el Mundial Rally con el rompedor Lancia Stratos que había sido homologado tras fabricar las 500 unidades necesarias. Esta primera victoria de S. Munari llegaría en el Rally de San Remo acompañado en el podio por los también italianos Giulio Bisulli y Alfredo Fagnola. Su segunda victoria llegaría tan solo diez días después, pero esta vez en Rally Rideau Lakes, disputado en las inhóspitas tierras de Ontario, Canadá. Ademas de sumar un meritorio tercer puesto en el mítico RAC Rally por detrás de Timo Mäkinen y Stig Blomqvist, unos auténticos especialistas en las nevadas carreteras galesas y escocesas. Para terminar la temporada con una victoria en el Rally de las 4 Regiones de Italia, esta prueba no era puntuable para el mundial. Fuera de los rallys, lo lograría una segunda posición en las 24 horas de Chamonix al volante de un Lancia Stratos de nuevo junto al francés Jean-Claude Andruet. Esta temporada, Lancia lograría adjudicarse su primer título mundial gracias al increíble Lancia Stratos.
La siguiente temporada pasaría de una manera muy discreta para Munari, a pesar de empezar la temporada adjudicándose la victoria en el Rally de Montecarlo por segunda vez en su vida. Venciendo así a los Fiat-Abarth 124 Rallye de Hannu Mikkola y Markku Alén. Tras esta victoria, continuaría la temporada destacando tan solo una segunda posicion en el Rally Safari de Kenya, tan solo por detrás de Ove Andersson y su Peugeot 504. Aunque los resultados individuales de S. Munari no fueron demasiado sobresalientes, si lo fueron para Lancia que bajo los colores de Alitalia, se llevaría el título mundial de marcas, por segundo año consecutivo. El Lancia Stratos había estrenado una evolución esa temporada, que estrenaba mejoras mecánicas que aportaban mayor potencia y mejoraba la estabilidad.
La temporada de 1976, inicialmente se presentaría mucho mejor para S. Munari, que se adjudicaría el triunfo en el Rally de Montecarlo. En esta mítica prueba, S. Munari viviría una de las aventuras más épicas de la historia de los rallys. Tras un comienzo muy alentador, donde lograría situarse rápidamente líder, en medio de una de las etapas, se vería sorprendido por una gran nevada, cuando tenía montados neumáticos de lluvia, esto le llevaría perder toda la ventaja con sus perseguidores, al intentar domar el Lancia Stratos por las tortuosas carreteras del principado monegasco. Aunque las cosas todavía se complicaron más, cuando tuvo un problema con la caja de cambios poco antes de tener que enfrentar al famoso Col de Turini, una temible especial de 12 tortuosos kilómetros, con más de treinta horquillas. Esto no frenaría a S. Munari, que decidiría continuar y no rendirse, demostrando gran tenacidad y un talento al volante extraordinario, que le llevaría incluso a logro mantener cierta ventaja, con algunos de sus perseguidores.
Con tan solo unos pocos minutos para poder reparar los problemas en la caja de cambios. Los mecánicos trabajarían a destajo en medio de gran tormenta, lograron reparar la avería y poder salir a tiempo para el siguiente tramo. Tras continuar la prueba con mucho cuidado, S. Munari lograría adjudicarse su tercera victoria en el Rally de Montecarlo, la segunda de manera consecutiva. Esta victoria pasaría a la historia, ya no solo en Rally sino del automovilismo. El propio S. Munari recordaría con estas palabras su victoria: «He revivido decenas y decenas de veces los momentos de las llegadas victoriosas con sus exaltaciones y sus vértigos pero nunca he olvidado el triunfo de enero de 1976. Quizá porque me sentía en deuda con mis mecánicos, pues habían estado excepcionales».
Tras esto llegaría la victoria en el Rally de Portugal, una victoria incontestable de S. Munari, que dominaría de principio a fin la prueba por delante del Toyota Celica de Ove Andersson. Seguido de un tercer puesto en el Rallye du Maroc, por detrás de los Puegeot 504 de J. Nicolas y S. Lampinen. Pero el momento más problemático de la temporada llegaría Rally de San Remo, donde Cesare Fiorio, director de equipo del Lancia, ordeno reducir el ritmo a B. Waldegard, para permitir así a S. Munari ganar la prueba. Lamentablemente, el piloto sueco hizo oídos sordos a esta orden y continúo con el pie a fondo hasta ganar el Rally de San Remo, quedando S. Munari segundo. Debido al desacato a las órdenes, esa misma noche Cesare Fiorio, despidió a B. Waldegard del equipo Lancia Alitalia. La temporada continuo con otro triunfo, en este caso en el mítico Tour de Corse, imponiéndose a B. Darniche también con Lancia Stratos no oficia. A final de la temporada, Lancia sumo de nuevo otro nuevo campeonato del mundo, el segundo del Lancia Stratos.
Sería para 1977 cuando la FIA instaura la FIA Cup for Drivers, el antecesor del Mundial de Pilotos. Esa temporada comenzaría de nuevo con el triunfo de la dupla formada por S. Munari y su Lancia Stratos en el Rally de Montecarlo, la tercera de manera consecutiva y la cuarta en total. Esa temporada abría que añadir la tercera posición en el Rally Safari de Kenia por detrás de B. Waldegard y R. Aaltonen, o el triunfo en el Total Rally South Africa o el Rally San Martino di Castrozza. Todo esto ayudaría a S. Munari a convertirse en el primer piloto campeón de la FIA Cup for Drivers, por delante de su antiguo compañero B. Waldegard, al que tan solo aventajaría en un punto al final de la temporada.
El final de la unión entre S. Munari y el Lancia Stratos, llegaría en 1978. Esta ruptura se produciría cuando Fiat, decide dejar de evolucionar el Lancia Stratos, para disputar la temporada con su nuevo modelo estrella, el Fiat- Abarth 131. Esta decisión, no seria del agrado de todo el mundo y menos de S. Munari, que sería una de las voces más discordantes con esta decisión, llegando a declarar públicamente su intención de no disputar ese año al Rally de Montecarlo, que llevaba ganando tres años consecutivos. Pero se vería obligado a abandonar esa idea y a participar debido a su contrato pero tendría que abandonar a una pronta avería.
Tras dejar el volante del Lancia Stratos, las victorias jamás volverían a llegar para S. Munari, que continuaría compitiendo en el mundial con el Fiat-Abarth 131, al que nunca llegaría a adaptarse del todo, obteniendo un tercer puesto en el Tour de Corse de ese año. Ese mismo año, todavía tendría una última oportunidad de competir con su amado Lancia Stratos oficial, en el RAC Rally, donde lamentablemente se vería obligado a abandonar la prueba debido a un fallo mecánico. Los siguientes años, continuaría participando en el mundial de manera esporádica, siempre ligado a las pruebas africanas del mundial pero lamentablemente sin obtener grandes resultados en ninguno de los intentos.
Tras retirarse de manera definitiva, terminaba una carrera fantástica. Donde siempre resalto por su talento natural, una voluntad de hierro y un físico atlético, dejando claro que era un piloto tan inteligente y calculador como parido. Que fue capaz de llevar al límite todos los automóviles de competición de Lancia, desde los primeros Flavia y Fulvia hasta su inseparable Lancia Stratos. Pero siempre se mantendría ligado al automovilismo, participando en el desarrollo de la versión conmemorativa del 25 aniversario del Lamborghini Countach. Estando en estos último años alternado la participación en algunos rallys históricos a los mandos de su adorado Lancia Stratos, con la enseñanza en su escuela de conducción segura.