Lancia, durante décadas seria un fabricante de automóviles caracterizado por la introducción de soluciones técnicas innovadoras, reflejo de su fundador Vincenzo Lancia, un amante de las innovaciones tecnológicas. Y este es el caso del Lancia Lambda, que sería uno de los automóviles más revolucionarios de su época, siendo el primer automóvil de producción en contar con una carrocería autoportante.

El Lancia Lambda fue un automóvil innovador en todas las aéreas, consiguiendo cambiar la concepción del automóvil para siempre con novedades como el chasis autoportante, la suspensión delantera independiente, frenos en las cuatro ruedas o un innovador motor V4 de aluminio. Hasta su nacimiento, la mayor parte de los coches tenían un sencillo chasis de largueros y travesaños con carrocería independiente que resultaba innecesariamente pesado y tenían un alto centro de gravedad.

La gestación del Lancia Lambda, ser realizaría bajo la atenta mirada de Vincenzo Lancia en el final de la primera guerra mundial, plasmándose este diseño en una solicitud de patente a finales de 1918, que sería finalmente concedida a mediados de 1919. Pero el periodo de creación y desarrollo del Lambda, seria complejo realizándose el primer prototipo en 1921 que sufriría importantes modificaciones en el proceso de desarrollo hasta llegar al modelo presentado definitivamente en 1922 bajo la denominación Lambda, continuando así con la tradición de nombrar a los modelos siguiendo el alfabeto griego, costumbre que ha perdurado hasta nuestros días.

El Lancia Lambda, contaba con innumerables innovaciones técnicas, como el chasis autoportante o monocasco en las que sería pionero. Este chasis, estaba formado por paneles de acero laminado unido con remaches. En su diseño, se había teniendo en cuanta la ubicación de todos los componentes mecánicos como el motor, la trasmisión o el sistema eléctrico en el que Lancia había sido un pionero en Europa. Gracias a este diseño, el chasis resultaba ser considerablemente más bajo de lo habitual, pues el túnel de transmisión no estaba anclado debajo el chasis sino que estaba integrado dentro del mismo chasis, utilizándolo como un refuerzo de la estructura monocasco.

Otro elemento innovador, fue la incorporación de la suspensión delantera independiente, convirtiéndose en el primer automóvil en serie en contar con ella. Realmente el primer fabricante de  automóviles en contar con suspensión independiente fue Decauville en 1898. Aunque inicialmente el prototipo no montaba frenos en las ruedas delanteras, pues curiosamente Vincenzo Lancia era reticente acerca de montar esta solución, finalmente se optaría por montar frenos a las cuatro ruedas.

Las ventajas de este nuevo chasis, marcaron un punto de inflexión en lo que respectaba al comportamiento dinámico de los automóviles y a su rigidez estructural. Esto combinado con la suspensión delantera independiente y un centro de gravedad más bajo, convirtieron al Lancia Lambda en la referente en cuanto a confort de los pasajeros así como del agarre en las pésimas  carreteras de la época.

La mecánica del Lancia Lambda, también presentaría diversas novedades, empezando por la utilización de una disposición de cuatro cilindros en V, con un ángulo muy estrecho de tan solo 13° 06´construido en aluminio, toda una novedad en la época. Esta peculiar distribución, le permitía utilizar una única culata para ambas bancadas y contar con tan solo árbol de levas en cabeza. Con una cilindrada total de 2.119 cc, producía 49 Cv a  3.250 rpm, estaba asociado a un cambio manual de tres velocidades. Con todas estas características, el Lancia Lambda, alcanzaba una velocidad máxima superior a los 110 Km/h, una velocidad considerable para los estándares de la época.  

Su primera aparición en público, seria en el Salón del Automóvil de París de 1922, donde despertaría gran expectación entre los asistentes, así como por la prensa debido a su moderna concepción. Posteriormente seria mostrado también en el Salón del Automóvil de Londres de 1922 donde lograría grandes alabanzas tanto en prensa como en el público asistente. El comienzo de la producción no sería hasta principios de 1923, cuando se empezaron a entregar las primeras unidades a los clientes.

A lo largo de los años, el Lancia Lambda, sufriría pequeñas modificaciones que darían lugar a las diversas series. La primera serie correspondería a los primeros 400 ejemplares fabricados entre junio y noviembre de 1923. Pues en diciembre de 1923, sufriría una serie de pequeñas modificaciones mecánicas que darían lugar a la segunda serie que estaría en producción hasta mayo de 1924, produciéndose un total de 1.100 unidades. Con la llegada de la tercera serie, se cambiarían los pistones originales de aluminio por unos de hierro fundido y se sustituye el encendido de Bosch por uno del fabricante italiano Marelli. Se producirían 600 unidades hasta noviembre de 1924, cuando nacería la cuarta serie, donde de nuevo se realizarían pequeñas mejoras en la mecánica, siendo producidas un total de  850 unidades hasta marzo de 1925.

Con la llegada de la quinta serie, se realizarían una serie de importantes modificaciones, como la incorporación de una caja de cambios de cuatro velocidades, además de presentar diversas mejoras los frenos así como en la suspensión. Con estas mejoras, el Lancia Lambda, logra una velocidad máxima de 115 Km/h. La quinta serie, tan solo estaría en producción hasta septiembre de 1925, produciéndose un total de 1.050 unidades. Entrando en producción, la sexta serie, que presentaba como gran novedad, una distancia entre ejes mayor, pasando de 3.100 mm a 3.420 mm, lo que le permitía mejorar la habitabilidad del Lancia Lambda. En lo que respecta a la mecánica, se realiza una ligera variación en el ángulo de la V de los cilindros, que pasa a ser de 13º 6´ a 13º exactos. De esta sexta variante, se producirían 1.300 unidades hasta julio de 1926, para dar paso a una nueva serie.

Con la entrada en producción de la séptima serie, llegaría una renovación de la mecánica V4, que pasaba de tener un ángulo de la «V» de los cilindros 13º a 14º. Gracias al aumento del diámetro de los pistones, la cilindrada total pasaba a 2.374 cc. También se modificarían muchos otros aspectos de la mecánica, que le permitían aumentar la potencia hasta los 59 Cv a 3250 rpm. Con este aumento de potencia, el rendimiento mejoro, logrando una velocidad máxima cercana a los 120 Km/h. Esta serie estaría en producción hasta marzo de 1928, llegando a producirse 3.100 unidades de la séptima serie del Lancia Lambda.

En la primavera de 1928, se lanzaría la octava serie donde el Lancia Lambda recibiría un motor más grande, esta nueva mecánica, presentaba una variación del ángulo de la V de los cilindros, que pasaba de 14º a  13º 40´. Se incrementaba el diámetro de los pistones hasta los 82,55 mm, dejando la cilindrada total en 2.569 cc, que ofrecía una potencia a 69 Cv a 3500 rpm. Como era de esperar, las prestaciones eran ligeramente superiores, llegando a alcanzar una velocidad cercana a los 125 Km/h. Esta octava serie, además incorporaba importantes modificaciones en el chasis. Así como otras variaciones menores. La última unidad de la octava serie saldrá de la fábrica en agosto de 1930 dejando el lugar a la última evolución del Lancia Lambda, que se retrasaría hasta enero de 1931.

La llegada de la novena serie, seria la última evolución del Lancia Lambda. Esta serie se caracteriza por la incorporación de sistema de encendido por distribuidor. La mayor parte de estos últimos Lancia Lambda, fueron carrocerías sedán estándar que ofrecía el fabricante italiano. Inevitablemente, el Lancia Lambda, se resentía por los años que llevaba en el mercado y sus ventas también se vieron reducidas, produciéndose 500 unidades hasta el cese definitivo en octubre 1931, dejando paso al Lancia Artena que resultaba mucho más convencional y barato de producir que el innovador Lancia Lambda.

Lancia Lambda, no fue concebido como un automóvil deportivo, pero si llegaría a competir con cierto éxito en diversas competiciones como la Mille Miglia, donde debutaría en la primera edición de la mítica prueba italiana en 1927. Se inscribirían cinco Lancia Lambda, sobresaliendo el resultado del equipo formado por Strazza y Varallo, que lograrían la victoria de su categoría y un meritorio cuarto puesto en la general, justo detrás los automóviles de OM Tipo 665 Sport que coparían las tres plazas del podio. Gracias a los éxitos cosechados, en año siguiente volvería a competir en la Mille Miglia, donde de nuevo el tándem Strazza/Varallo mejoraría los resultados obtenidos, logrando un tercer puesto en la clasificación general, además de revalidar la victoria en su categoría. En 1929, de nuevo conseguiría colarse entre los primeros puestos de la MIlle Miglia, en este caso obteniendo la cuarta posición en la general y la victoria en su clase de nuevo con la pareja Strazza/Varallo al volante. 

A pesar de tener un precio alto para la época, tanto con las carrocerías estándar como los chasis sin carrozar, que pasarían por la mano de los más reputados especialistas de la época, resultaría ser todo un éxito no solo en Italia, sino que una gran parte de la producción iría parar a la exportación a los principales mercados europeos. Gracias a todo esto, en los ocho años que estuvo en producción, saldrían de la planta de Lancia unas 13.000 unidades del Lancia Lambda en sus diferentes versiones.

Con todo lo anterior, el Lancia Lambda represento una revolución en la industria del automóvil, siendo considerado por muchos como la primera obra maestra de Vincenzo Lancia. Además con todas sus innovaciones, le proporciono a Lancia un gran prestigio como marca innovadora.