Esta es la historia de Monteverdi, uno de esos pequeños y casi desconocidos fabricantes de automóviles para una gran mayoría de gente. Este fabricante, vería la luz en Suiza, un lugar muy poco prolífico en la industria del automóvil. Esta aventura, sería posible en gran medida a su fundador, un entusiasta del automovilismo, que gracias a su esfuerzo lograría cumplir su sueño.

La historia de Monteverdi, está íntimamente ligada a su fundador, Peter Monteverdi, que nacería el 7 de junio de 1934, nacido en la pequeña población suiza de Binninger, en el cantón de Basel, el mismo lugar donde nacería el tenista Roger Federer. Desde muy joven, mostraría una gran pasión por el automóvil, gracias a su padre, que poseía un taller de reparaciones. Durante su juventud trabajaría en la factoría de maquinaria agrícola en Vevey, más tarde trabajaría durante cuatro años como aprendiz en la fábrica de Adolph Saurer.

Comenzaría a construir en el taller de su padre, su primer automóvil con tan solo 17 años. Este coche, denominado Monteverdi Special, estaba construido tomando como base un Fiat 1100 de 1949. Peter Monteverdi, diseñaría y construiría un nuevo chasis, que vestiría con una original carrocería Sport. Monteverdi, no comenzaría su andadura definitiva hasta 1956, cuando se hizo cargo del taller de reparaciones tras la muerte de su padre. Sería entonces cuando bajo el nombre de MBM (Monteverdi Binningen Motor) comenzó a diseñar y construir coches de carreras. Siendo sus primeros modelos, pequeños vehículos de competición, que se ganarían una excelente reputación que lo llevó a ser muy conocidos y muy populares en muchos países. Esta reputación como especialista en coches deportivos le ayudo a relanzar el negocio y conseguir la representación de marcas tan importantes como Lancia, BMW o Ferrari.

A inicios de la década de los sesenta, comenzaría a construir sus monoplazas de Fórmula Junior, con la ayuda de Mantzel Dieter, un experto en motores DKW. Este monoplaza, seria diseñado teniendo en cuenta, la posibilidad de poder montar un motor de 1.500 cc, que se pudiese adaptar a la normativa vigente en la Fórmula Uno. Siguiendo esta posibilidad, en 1961 dos chasis de MBM, serian equipados por con sendos motores cuatro cilindros Boxer de origen Porsche. En un principio, el propio P. Monteverdi los utilizaría en carreras de subidas de montaña, aunque posteriormente estos serian utilizados para participar en el Gran Premio Solitude de 1961

Para 1961, dos chasis de MBM fueron equipados por un motor cuatro cilindros bóxer de Porsche. Inicialmente el propio P. Monteverdi utilizaría en carreras de subida, aunque posteriormente, lo inscribiría en el Gran Premio de Solitude de 1961, celebrada en el circuito de Solitudering cerca de Stuttgart. Esta carrera, no puntuable para el campeonato del mundo, pero sería el primer gran premio de Fórmula Uno, que disputaría un automóvil de Monteverdi. Lamentablemente, P. Monteverdi tan solo podría disputar dos vueltas, pues un fallo en la mecánica Porsche le obligaría a abandonar la carrera. Su debut oficial en una prueba puntuable de Fórmula Uno, seria en el Gran Premio de Alemania de 1961. Lamentablemente, P. Monteverdi se vería implicado en un accidente, que le causaría graves lesiones que lo llevarían a tomar la decisión de retirarse como piloto de competición. Esta decisión, llevaría a abandonar el proyecto de Fórmula Uno, aunque quedando para siempre como el primer constructor suizo de Fórmula 1. Que le reportaría a Monteverdi un importante reconocimiento internacional.  

Paralelo a la construcción de automóviles de carreras, se empezó a trabajar en la idea de construir un automóvil deportivo, que se convertiría en el MBM Tourismo, el primer Monteverdi de calle. Debido a la ampliación de la gama  de MBM, el viejo taller de Binningen, era demasiado pequeño para albergar el taller de reparaciones y la incipiente fábrica de Monteverdi, lo que llevo a reubicar la fábrica a un nuevo edificio. Esto llevaría a una paralización de la producción durante este periodo de transición. Pasando a convertirse en empresa mucho más grande, que contaba con muchos más empleados, lo que  le permitiría empezar a trabajar en el proyecto de un nuevo automóvil, el primero en utilizar el nombre comercial de Monteverdi.

Monteverdi, tomaría la decisión en 1966 de concentrar exclusivamente en la producción de automóviles lujosos y de alta prestaciones. Con esta decisión, se buscaba centrar todos los esfuerzos para la creación del Monteverdi High Speed 375S, un elegante cupe presentado en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 1967, donde lograría levantar una gran expectación. El Monteverdi High Speed 375S, estaba diseñado por el prolífico Pietro Frua, que recordaba al Maserati Mistral o al AC 428, ambos diseñados también por el italiano. Bajo esta fina carrocería de aluminio, se escondía un chasis de acero y un gran motor V8 de 440 ci (7,2 l) de origen Chrysler que desarrollaba 375 Cv. El interior, rebosaba lujo por los cuatro costados, con cuero o maderas nobles, con unos acabados de la mejor calidad.

Durante el periodo de relación con Frua, tan solo se construyeron once ejemplares del High Speed 375S. Antes de la ruptura de relaciones entre Monteverdi y Frua, esta crearía dos unidades con la distancia entre ejes alargada para albergar una segunda fila de asientos, creando un variante 2+2. Tan solo una de las unidades llegaría a Monteverdi, que lo presentaría bajo la denominación Monteverdi High Speed 375/L y el otro permaneció durante algunos años en Frua, hasta que se modificó ligeramente y se presento como AC 429. Otro prototipo fruto de la relación con Frua sería el Monteverdi 2000 GTI de 1968, que no llegaría a ver la luz debido a la disputa entre ambos. Con el fin de la relación, en 1969, Monteverdi busca un nuevo socio, siendo Fissore el elegido para realizar las carrocerías del Monteverdi High Speed 375S.

A comienzo de los años setenta, se presento el Hai 450 SS, con la intención inicial de sustituir el Monteverdi High Speed 375S. Este nuevo automóvil de altas prestaciones, había sido diseñado con la intención de mostrar al mundo que el pequeño fabricante suizo era capaz de competir con Ferrari, Lamborghini o Maserati. Presentado Salón de Ginebra en 1970, el prototipo del Monteverdi Hai 450 SS hizo su debut pintado en un llamativo color Purpura. Tanto estéticamente como técnicamente, se trataba de una propuesta totalmente diferente a los modelos anteriores, al ser un deportivo con motor central. Nuevamente seria Fissore la encargada de diseñar este nuevo modelo, siendo Trevor Fiore, el encargado de trazar la línea limpia y a la vez agresiva, siendo este uno de sus mejores diseños. Se habla de que el diseño, podría estar influenciado por el Alpine A310, que también había sido diseñado por T. Fiore.

Lamentablemente, el Monteverdi Hai 450 SS, sería un automóvil problemático debido a un bastidor demasiado frágil que llevaría al desarrollo de una segunda unidad, donde se modificaría el chasis para alargar la distancia entre ejes y con un diseño exterior con pequeñas modificaciones como los tiradores de las puertas, montaba asientos con reposacabezas, ventanillas eléctricas y aire acondicionado. Debido a las modificaciones pasaría a denominarse Monteverdi Hai 450 GTS, que montaba un motor V8 Chrysler de 7.2 litros que rendía unos 450 Cv. Según fuentes oficiales, era capaz de realizar el 0-100 km/h en 4,6 segundos. Los planes iniciales, eran de producir 49, pero la producción se detuvo después de estos dos primeros ejemplares. Posiblemente esto era debido a un precio de venta de 142.000 francos suizos, una cantidad mucho más alto que cualquier Ferrari o Lamborghini de la época. Posteriormente en los años 90, la propia marca realizaría dos réplicas que actualmente reposan en el museo oficial.

Durante los años siguientes, el Monteverdi High Speed 375, sufriría diversas mejoras y modificaciones, además de incorporarse nuevas versiones como el Monteverdi High Speed 375C, que era una variante descapotable. Durante ese tiempo se aumentaría la potencia del motor, hasta que finalmente seria rediseñado por Fissore, dotándolos de unas líneas más cuadradas pero igual de elegante que el diseño original de Frua. Con este rediseño, pasaría, denominado Monteverdi High Speed 375L, pero posteriormente se añadieron otras carrocerías, como el Monteverdi 375/4 que era una variante de mayor distancia entre ejes para convertirse en un automóvil de cuatro puertas. Este modelo gozaría de un cierto éxito con una treintena de unidades fueron construidas durante los años en producción.

Sobre este mismo chasis, se realizarían otras versiones como los Monteverdi Berlinetta presentados en 1972, este contaba con un frontal  totalmente rediseñado, posteriormente se presentaría una variante descapotable, denominada Monteverdi Palm Beach, que no pasaría a la producción en serie. Debido a que el Monteverdi High Speed en sus diferentes versiones fue un éxito, provocaría un nuevo traslado de sede, puesto que se hacía necesario ampliar el negocio en unas instalaciones con mayor capacidad.

El Monteverdi High Speed, se mantendría en producción hasta finales de 1975, siendo el último automóvil deportivo producido por la marca, pues P. Monteverdi, decidiría centrar a partir de 1976, sus esfuerzos en los vehículos  todoterrenos y berlinas. Siendo el primer producto de esta nueva política el Monteverdi Safari, este realmente no se trababa de un modelo propio, sino más bien de una modificación del International Harvester Scout. Estas modificaciones, se centrarían en el apartado estético, donde se sustituiría la parrilla delantera, por una nueva con unas nuevas ópticas circulares dobles. Además se modificaría el interior, siendo rediseñado con materiales de gran calidad.

En cuanto a la producción de berlinas, llegaría el Monteverdi Sierra, presentado en 1977. Este automóvil sedán, fue desarrollado utilizando como base el Plymouth Volaré, aunque la carrocería fue ligeramente modificada de nuevo por Fissore. Esta realizaría un gran trabajo, modificando los parachoques, la parrilla y algunas partes más pequeñas haciendo que con estas modificaciones, el coche pareciese mucho más europeo, recordando bastante al Fiat 130. El Monteverdi Sierra pronto fue se vio acompañado por un convertible de dos puertas basado en Dodge Diplomat Coupé y del que tan sólo se produjeron dos unidades. Por último, Monteverdi también desarrollo una versión Station Wagon sobre usando como base un Plymouth, de este modelo, tan solo se produjo una unidad que jamás se llegaría a vender.

El segundo modelo todoterreno de Monteverdi, sería el Sahara. Un modelo presentado en 1978 y que mantenía mismas características básicas que el Monteverdi Safari, utilizando de nuevo el International Harvester Scout como base, pero esta vez la mayor parte de la carrocería fue rediseñado de nuevo por Fissore. El Monteverdi Sahara, montaba de serie la mecánica V8 original de Scout, pero se ofrecía como opción la posibilidad de montar un V8 de origen Chrysler que ofrecía mayor potencia. Gracias a su buena imagen y a una buena calidad, lograría unas buenas ventas en Europa, aunque la mayor parte de la producción se vendería en Oriente Medio donde tendría su mayor mercado. Además de estos modelos, entre 1980 y 1982, Monteverdi realizaría una versión de 4 puertas de Range Rover.

Al terminar la producción del Monteverdi Sierra en 1982, se buscaría otro nuevo modelo lo sustituyera, este sería en Monteverdi Tiara. En esta ocasión, se tomaría como base el nuevo Mercedes Clase S (W126), se modificaría con un nuevo frontal, que tenía una parrilla frontal cromada con cuatro faros circulares similares a los del Alfa Romeo Alfetta. Tras este modelo, la producción de coches en Basilea terminó. Posteriormente se trabajaría en el desarrollo de diversos modelos, de los que en algunos casos se llegaran a construir algún prototipo, pero ninguno de ellos entró en producción, por lo que 1982 significó el final de Monteverdi como fabricante de automóviles.

Tras esto, a principios de los años noventa, volvería a sus raíces en la competición con la adquisición de la escudaría Onyx de Fórmula 1. Esta pasaría a denominarse Monteverdi-Onyx para la temporada 1990. Lamentablemente esta aventura sería muy breve, pues tan solo sobrevivirían las diez primeras carreras de esa temporada, hasta que abandonaría definitivamente el proyecto debido en gran parte al bajo presupuesto del que se disponía para poder desarrollar un automóvil competitivo.

Tras el fracaso del equipo de F1, en 1992 llegaría el último intento por parte de Monteverdi para volver a la  escena mundial como fabricante de automóviles, con el lanzamiento del Monteverdi Hai 650 F1. Este modelo desarrollado apartir del chasis y el motor de Fórmula Uno, no lograría el éxito deseado, quedándose tan solo en la fase de prototipo. Tan solo se producirían dos unidades del Monteverdi Hai 650 F1, ambas en el Museo de la marca en Basilea.

Este sería el último proyecto de Peter Monteverdi, pues lamentablemente fallecería de manera prematura el 4 de julio de 1998 a causa de un cáncer. Con esto terminaría la historia de este pequeño constructor, que debido a su pasión por el automóvil lo llevaría a forma parte de la historia del automóvil, legándonos sus criaturas a todos los apasionados del automóvil.