La historia que llega hoy a Motor Historia, es la de un fabricante que a primera vista puede resultar desconocido para mucha gente, pero el fundador de Auto Avio Costruzioni, Enzo Ferrari, es de sobra conocido por la mayor parte de los aficionado al automovilismo. Enzo Ferrari había sido durante una década piloto de Alfa Romeo, donde no consiguió grandes resultados, pero daría muestras de sus dotes como líder dentro del equipo. Poco a poco lograría ver cumplido su sueño de crear su propio equipo de carreras, fundando así la Scuderia Ferrari. Esta era la encargaba de construcción y modificar los automóviles de Alfa Romeo para la competición.

La Scuderia Ferrari, comenzaría a correr en 1933, obteniendo grandes resultados durante los primeros años de existencia, con pilotos de la talla de Tazio Nuvolari, Giuseppe Campari, Achille Varzi. Estas circunstancias favorables, cambiaron a mediados de los años treinta, con el auge de Auto Unión y Mercedes-Benz, que auspiciados por régimen nazi, mostraron una supremacía en las carreras, imposible de hacer frente con los medios de la pequeña escudería italiana. A pesar de ellos, su taller de Módena salió algunos de los más famosos automóviles de competición más famosos de la época como el Alfa Romeo P3.

Debido a la falta de medios para competir, Enzo Ferrari tomaría la decisión de vender gran parte de la escudería a Alfa Romeo. Inicialmente, gracias a la inversión de Alfa Romeo las cosas comenzaron a mejorar, hasta que en 1938 el fabricante italiano tomaría la decisión de competir bajo un equipo oficial denominado Alfa Corse, haciendo así desaparecer “il cavallino rampante” de sus automóviles de competición. Esta nueva etapa en Alfa Corse, Enzo Ferrari seguiría dirigiendo la escudería, pero se vería obligado a cerrar su taller en Módena para trasladarse a Milán. Muy a su pesar, acataron las órdenes de Alfa Romeo, pero tras serias divergencias con el ingeniero español Wifredo Ricart, que entonces era Director de Proyectos de la marca, renunció a su puesto en Alfa Corse y negoció su salida para independizarse nuevamente.

Enzo Ferrari, regresó nuevamente a Módena y con el dinero obtenido de Alfa Romeo, iniciaría un nuevo proyecto. Para esta nueva aventura, se vería obligado a renunciar a utilizar su apellido debido que el acuerdo con Alfa Romeo le obligaba a no utilizarlo durante una serie de años. Naciendo así en 1939, Auto Avio Costruzioni con el propósito inicial de construir piezas para aviones. Pero las ansias de Enzo Ferrari por crear un automóvil de competición seguían presentes, pues estés eran su autentica pasión. Auspiciado por Lotario Rangoni Machiavelli marques de Módena, E. Ferrari, contaría con la inestimable colaboración de Alberto Maximino, Luigi Bellentani y Enrico Nardi para la creación de este nuevo automóvil. Todos ellos técnicos, también habían seguido el camino de E. Ferrari y abandonado Alfa Romeo, para trabajar en el diseñó de este nuevo automóvil, utilizando componentes Fiat.

Nacería así el ACC “Auto Avio Costruzioni” 815, este sería el primer y único automóvil de la marca, que además se puede considerar como un autentico Ferrari a pesar de no llevar el nombre Ferrari. Para la creación, se tomaría como base el chasis de un Fiat 508 C “Balilla” modificado convenientemente. Este, estaría carrozado por el famoso carrocero Touring, que lo dotaría de una ligera carrocería biplaza siguiendo su famoso sistema Superleggera. La carrocería estaba construida en una aleación de aluminio y magnesio, que le permitía pesar tan solo 54 Kg. El Auto Avio Costruzioni 815, contaba con suspensiones delantera independiente tipo Dubonnet mientras que la suspensión trasera era un eje rígido.

Este automóvil, impulsado por un motor ocho cilindros en línea, que esconde tras de sí una historia curiosa. Para esta mecánica, se tomó como base, el motor cuatro cilindros en línea de 1100 cc de  un Fiat 508 C  “Balilla”. Se unirían dos bloques para formar el ocho cilindros en línea, pero modificando las cotas, reduciendo tanto el diámetro como la carrera. De esto saldría un nuevo bloque de 1.496 cc, realizado en aluminio por Fonderia Calzoni de Bolonia. Se diseñaría un nuevo cigüeñal de cinco apoyos así como un nuevo árbol de levas. También se utilizarían piezas originales del motor Fiat como dos culatas, las bielas o las válvulas. Esta mecánica contaba con un árbol de levas en cabeza, dos válvulas por cilindro o lubricación por cárter semi-seco.

Para asegurar unos buenas prestaciones, fue equipado con cuatro Weber 30DR2, que le permitían obtener 72cv a 5500 rpm. La trasmisión manual de cuatro velocidades original de Fiat fue modificada con nuevos engranajes diseñados y construidos específicamente por Auto Avio Costruzioni. Contaba también con dirección de cremallera y frenos de tambor en ambos ejes. Debido a la construcción ligera, el peso total del AAC 815 era de tan solo  625 Kg, lo que le permitía alcanzar una velocidad máxima próxima a los 170 Km/h.

Desgraciadamente, solo se construiría dos unidades del Auto Avio Costruzioni 815, una para su promotor Lotario Rangoni marques de Módena y otro para el genial piloto italiano Alberto Ascari. Ambas unidades, estarían vestidas con carrocerías biplaza ambas obra de Touring. Las diferencias, estaban en la distancia, pues existía una versión de batalla larga con el nº de chasis 815/020 y una versión de batalla corta, con el nº de chasis 815/021.

Ambas unidades, debutarían en la Mille Miglia de 1940. La de batalla larga, seria pilotada por Lotario Rangoni y Enrico Nardi, siendo la otra unidad pilotada por Alberto Ascari y Giuseppe Minozzi. A. Ascari pronto se pondría líder de su clase durante las primeras vueltas, pero debido a un problema mecánico se vería obligado a abandonar. Tras este abandono, seria L. Rangoni, el que tomaría su relevo como líder de su clase, hasta que otra avería mecánica le obligaría a abandonar la carrera.

El AAC 815, tendría una vida muy breve, pues cuando parecían empezar a tomar la senda del éxito, se vería inmerso en el estallido de la Segunda Guerra Mundial y en el dictamen del gobierno italiano que obligaría a Auto Avio Costruzioni a construir material bélico. Tras la guerra, llegaría un nuevo revés. Ya que en 1943 se aprobó en Italia, la Ley de descentralización de la Industria, que obligo a Enzo Ferrari a abandonar su factoría de antes de la guerra en el centro de Módena, y trasladar su fábrica a la pequeña población de Maranello a unos 16 kilómetros al sur. Allí E. Ferrari reemprendió su objetivo, la fabricación de sus amados deportivos, pero ya dejando atrás Auto Avio Costruzioni para convertirse en la Ferrari que actualmente conocemos.  

Las dos unidades construidas tendrían finales dispares, pues la unidad perteneciente a Lotario Rangoni, pasaría a su hermano tras la muerte de este en la Segunda Guerra Mundial. Desgraciadamente el coche fue  desguazado en 1958. La segunda unidad con las que correría A. Ascari, posteriormente se vendería al piloto Enrico Beltracchini, el cual disputaría diversas competiciones entre 1946 y 1947. Beltracchini, vendería posteriormente el ACC 815 aunque luego volvería a recuperarlo para venderlo nuevamente a Mario Righini, pasando a formar parte de la colección de Righini.