Hoy os hablare de uno de los mitos del automovilismo Norte Americano. El elegante y carismático estilista de GM, el californiano Harley J. Earl, impulso nuevas tendencias para los consumidores americanos y se convirtió en todo un genio del diseño automovilístico.
Harley J. Earl nació el 22 de noviembre de 1893 en la periferia de Los Ángeles, en el que, por aquel entonces, no era más que un pueblecito agrícola que posteriormente dejaría lugar al glamur de Hollywood. Su padre era el propietario de Earl Carriage Works, una empresa dedicada a la construcción de carrocerías para automóviles y autobuses. Fue en la fábrica de su padre que recibió su formación inicial y experiencia práctica. También es donde perfeccionó sus habilidades de diseño y dibujo. Recibió su formación en la Universidad de Stanford, aunque la abandonaría de manera prematura.
Tras el final de la Primera Guerra Mundial, Earl Coachworks, fue adquirida por Don Lee Corporation, uno de los más importantes distribuidores de Cadillac en la costa oeste. Con esto, Harley J. Earl, se convertiría en el responsable de la creación de diseños exclusivos para los clientes más adinerados. Estas personalizaciones se realizarían no solo sobre chasis americanos, sino también sobre chasis de los más reputados fabricantes extranjero. Gracias a todos estos trabajos, Harley J. Earl se ganaría una gran notoriedad en el mundo del diseño.
El gran cambio en su vida, sucedería cuando trabajando para Don Lee, conoce a Alfred P. Sloan, presidente de GM (General Motors), y a Lawrence Fisher, presidente de Cadillac mientras trabaja para Don Lee. Ambos se quedaron tan impresionados por las cualidades de Harley J. Earl que ofrecen un nuevo trabajo dentro de GM. Este no se lo pensó dos veces y dejo Los Ángeles por Detroit. Al joven diseñador se le encargo el estudio estilístico del nuevo LaSalle de 1927, que sería un éxito comercial inmediato, así como el rediseño de la línea de automóviles Cadillac.
Los buenos resultados de sus primeros trabajos, impresionarían profundamente a Alfred P. Sloan, que en 1927 tomaría la decisión de crear la “Art and Colors Section” para beneficiar a todas las divisiones de GM de sus capacidades creativas. Este departamento, estaba situado en el decimo piso del edificio de General Motors, en el Grand Boulevard de Detroit. Esto crearía las bases de un departamento de diseño, cuya función era decidir todas las cuestiones sobre la forma o colores de los automóviles de diferentes divisiones de GM. Para un buen funcionamiento de este departamento, Harley J. Earl se rodearía de personal especializado que conformaba un grupo de cincuenta personas.
Su adaptación a rol dentro del conglomerado norteamericano le resultarían complejas, pues conllevaba una farragosa burocracia interna, lo que le llevaría a buscar la inestimable colaboración de Howard O’Leary desde 1928. Este conocía a la perfección la compañía desde los presidentes de las diferentes divisiones, a los ingenieros de los distintos departamentos. Gracias a esto Harley J. Earl se vio eximido de la burocracia, para únicamente centrarse en el aspecto artístico.
Su primer gran proyecto, llegaría en 1933 cuando Cadillac, le encomendó el desarrollo de un modelo para presentar en la Exposición “Century of Progress” en Chicago. El resultado, sería el precioso Cadillac Aerodynamic Coupe, que se convertiría en un rotundo éxito entre el público, debido al rupturista diseño que adelantaba el diseño de los automóviles de los años cuarenta. Finalmente, el Cadillac Aerodynamic Coupe tan solo se produciría de manera muy limitada.
Con el paso de los años, el prestigio del “Art and Colors Section” fue en aumento, pasando a denominarse “General Motors Styling”, la cual ya ocupaba cuatro pisos del anexo B del edificio de GM. El departamento, contaba con un curioso elevador que le permitía subir directamente al tejado del edificio las maquetas a escala 1:1 de los futuros modelos, con la única intención de poder apreciar el equilibrio de sus formas a la luz natural. En aquel momento, Harley J. Earl, ya contaba con una plantilla de ciento veinticinco personas en su “General Motors Styling”.
Harley J. Earl, sorprendió al mundo en 1938, con la presentación del sublime Buick Y-Job, se trataba del primer “Concept Car” de la historia, su idea inicial era convertir en este automóvil en un escaparate para el futuro, pero no tan solo del estilo Buick, sino de toda la GM. El Buick Y-Job era un descapotable biplaza con aire deportivo y basado en un chasis Buick estándar. Gracias a las fluidas líneas exteriores, parecía más bajo y más largo que los automóviles coetáneos. Además, contaba con muchas características vanguardistas para la época, como faros escamoteables, manijas de las puertas al ras, la capota se ocultaba eléctricamente tras una tapa o ventanillas eléctricas. Harley J. Earl, quedaría tan encantado con el resultado que lo utilizaría durante muchos años a diario.
La importancia de Harley J. Earl, se volvería cada día más grande, llegando a ser nombrado en 1940 como vicepresidente de la compañía. Esto tuvo gran repercusión en los consejos de administración de las compañías automovilísticas, pues era la primera vez que un diseñador lograba alcanzar un puesto de tanta responsabilidad en la industria del motor. Con esto quedaba más que patente la importancia que había adquirido el diseño en la industria automovilística.
Tras el estallido de la segunda guerra mundial, la plantilla del “General Motors Styling” se redujo de manera drástica hasta se tan solo treinta y cinco empleados. Durante se tiempo, se realizarían diferentes encargos para el gobierno de los EEUU, desde estudios de camuflaje hasta ilustraciones para manuales militares, etc… Pero a pesar del esfuerzo bélico, Harley J. Earl y sus diseñadores continuaron trabajando en diferentes diseños para los automóviles que verían la luz tras el conflicto. Seria en esa época cuando nacieron diseños como los icónicos alerones de los Cadillac Sixty-Two de 1948, que crecería en popularidad y altura durante los siguientes años hasta desaparecer a mediados de la década de 1960. También nacería el clásico diseño de las aletas de Buick Super de 1946. Asimismo se comenzaría a trastear con los primeros estudios sobre líneas pontón y el famoso concepto hardtop de los Cadillac, Buick y Oldsmobile de 1949.
Durante la década de los cincuenta, Harley J. Earl continuaría diseñando diferentes “concept car” para las diversas exhibiciones que GM organizaba. Estos “Dream Cars”, se convertirían en su autentica carta de presentación al mundo. Tras trece años, “General Motors Styling”, presentaría en 1951 dos criaturas nuevas criaturas el LeSabre y el Buick XP-300. El LeSabre, era un convertible con carrocería de aluminio. Estaba inspirado en los novedosos jet a reacción. Además contaba con detalles estéticos llamativos como el parabrisas envolvente, unos grandes alerones traseros o un frontal de inspiración aeronáutica. Harley J. Earl, utilizaría el LeSabre como vehículo personal como ya había hecho anteriormente con el Buick Y-Job. Curiosamente el nacimiento del Buick XP-300, sería el resultado de una competición entre Harley J. Earl y Charles Chayne, el ingeniero jefe de Buick. El XP-300, también era un convertible de aluminio con una estética mucho mas convencional y estaba impulsado por un motor V-8 sobrealimentado que funcionaba con una mezcla de metanol y gasolina.
Tan solo un par de años más tarde, se iniciaría un período fascinante marcado por los “Dream Cars” creados Harley J. Earl para el “General Motors Motorama”. La “General Motors Styling”, creó docenas de vehículos únicos que viajarían por todo el país, para mostrar el futuro del diseño automotriz y capturar la imaginación del público estadounidense mostrándoles una visión futurista del transporte personal. Alguno de los “Dream Car” más reconocidos son el Chevrolet Corvette, el Buick Wildcat I, o el GMC L’Universelle. Durante esa época, Harley J. Earl, trabajaría de manera muy activa en el programa de turbinas de gas con la saga Firebird.
Gracias a todos estos “Dream Cars”, General Motors introdujo muchas innovaciones en el diseño de sus modelos de producción. Durante esta última década del mandato, Harley J. Earl creó algunos de los modelos clásicos de Chevrolet como el Bel Air. Participaría de manera activa en el desarrollo del primer deportivo genuinamente americano en el Chevrolet Corvette de 1953. Introduciría novedades en el diseño el concepto de Hardtop sin pilar central tanto para cupés como el Pontiac Chieftain Catalina de 1950 o en los sedanes como el Oldsmobile Noventa y ocho y Cadillac Sedan de Ville de 1955. A partir de 1955, los diseños de GM abandonaros las líneas suaves para convertirse en líneas más recargadas. Empezando a abundar los cromados excesivos en los nuevos diseños como el Oldsmobile 88 de 1958 o el Cadillac Eldorado de 1959.
Cuando se jubilo en General Motors el 1 de diciembre de 1959, Harley J. Earl tomo las riendas de su empresa de diseño industrial fundada en 1954, Harley Earl Associates, que solo se ocupaba de clientes y productos que no hicieran la competencia a GM. Su cargo en GM quedaría en manos de su pupilo William “Bill” Mitchell. Dejando tras de sí un inmenso legado en GM, pues se estima que en sus treinta y dos años de carrera, saldrían de las fabricas millones de automóviles diseñados bajo su atenta dirección, hecho que le convertiría en uno de los mayores diseñadores del siglo XX.
Tras su retito, Harley J. Earl y su esposa Sue dejarían Detroit, por una suntuosa mansión, de Palm Beach, en Florida, donde moriría el 10 de abril 1969. El diseño de Harley J. Earl marco tendencias en los otros constructores del planeta, incluso en los grandes diseñadores italianos. Pasando por sus manos algunos de los diseñadores que marcarían la historia del automovilismo, como Frank Hershey, Tom Tjaarda, Gordon Buehrig o Virgil Exner.