Todo el mundo hemos oído hablar del gran sueño americano y como cualquier ciudadano puede alcanzar el éxito con tenacidad, perseverancia y tesón. Esta sería la historia de Charles Williams Nash, que lograría superar una dramática infancia, hasta llegar a ser un empresario de éxito y un referente social de la época.
La vida de Chales W. Nash, comenzaría el 28 de enero de 1864 en una pequeña granja del condado de DeKalb, Illinois. A la temprana edad de seis años, sus padres se separaron y debida a estas desavenencias un juez decidió confiar al joven Chales, a Robert Lapworth, granjero de Flushing, Michigan. La sentencia del juez, obligaba a darle alojamiento y comida además de que debería acudir al colegio pero tan solo en los meses de invierno. A cambio de esto, Charles W. Nash estaba obligado a trabajar en la granja con un salario mensual de 50 centavos hasta cumplir los 21 años.
Con tan solo doce años de edad, decide escaparse de la granja, puesto que las condiciones de vida en su nuevo hogar eran muy duras, siendo explotado en la granja. Tras esto comenzaría a ganarse la vida trabajando en diversas granjas de Michigan, lo que le permitiría obtener unos modestos ahorros. Durante esa época, conocería a Jessie Halock, la hija de un agricultor local con la que se casaría en 1884.Con estos ahorros, Charles W. Nash compraría un pequeño rebaño de ovejas con la esperanza de convertirse en ganadero. Aunque el proyecto fracaso finalmente a causa de la inexperiencia, durante ese mismo periodo el joven estudio mecánica y comercio por las noches. Debido a la frágil salud de su mujer, decidirían mudarse a Flint, Michigan en 1890, esta decisión marcaria para siempre el futuro de Charles W. Nash.
Comenzó a trabajar en diversos lugares entre ellos como dependiente en la tienda W.C. Pierce. Donde su gran capacidad de trabajo y su iniciativa despertaron llamaron a atención de William C. Durant, cliente del establecimiento y sobre todo, visionario de la industria automotriz y futuro fundador de General Motors en 1908. Rápidamente W.C. Durant le ofrecería un puesto en la Flint Road Cart Company que posteriormente se convertiría en la Durant-Dort Carriage Company, una empresa dedicada a la fabricación de berlinas tiradas por caballos. Inicialmente comenzaría a trabajar en la sección de tapicería, pero en tan solo seis meses, su tenacidad y trabajo le llevarían a convertirse en supervisor de la planta. En tan solo diez años, Charles W. Nash se convirtió en vicepresidente y director general de Durant-Dort. Durante este tiempo mejoraría la producción mediante el desarrollo un sistema de montaje en cintas transportadoras. Este sistema posteriormente se convertiría en un estándar en la industria del automóvil.
Estos éxitos le llevarían a General Motors, convirtiéndose en 1910, por recomendación directa de W.C. Durant, en Presidente de Buick. Esta atravesaba graves dificultades financieras, situación que lograría solventar con la ayuda de otro joven directivo de futuro prometedor, Walter Perry Chrysler. Gracias su manera de trabajar tenaz, cautelosa y audaz, Charles W. Nash, se ganaría el respeto de todo el mundo, incluidos los banqueros que controlaban la General Motors. Este trabajo, devolvieran la gloria a Buick que lograría aumentar sus beneficios de 500.000 $ en 1911 a 14.000.000 $ en tan solo tres años.
Gracias a su trabajo en Buick, Charles W. Nash se ganó la confianza de la junta directiva, que lo nombraría presidente de General Motors Company el 10 de diciembre de 1912. La idea de la junta, era recuperar la estabilidad financiera perdida por la gestión de W.C. Durant. En un breve periodo de tiempo Charles W. Nash, logro que la General Motors aumentara de manera exponencial sus beneficios. Entre 1914 y 1916, los beneficios anuales se duplicaron cada año y logro que la producción se triplicara. Sin embargo, cuando en mayo de 1916 W.C. Durant se hizo de nuevo con el control de la compañía, Charles W. Nash tomó la decisión de dejar la empresa definitivamente en junio de ese mismo año. Puesto que a pesar del aprecio personal que sentía por W.C. Durant, sabía que sus políticas empresariales eran completamente diferentes.
Entonces el sueño de Charles W. Nash de construir su propio automóvil, comenzaría a gestarse el 1 de agosto de 1916. La compra de la Thomas B. Jeffery Company por los diez millones de dólares, esta gran cantidad se obtendría con ayuda de la entidad financiera Lee Higgison y de su amigo James Strorrow. Esta estaba compañía, se dedicaba a la fabricación de automóviles bajo la denominación Jeffery y Rambler, estando ubicada en Kenosha, Wisconsin. Charles W. Nash, decidiría cambiar el nombre de la empresa a Nash Motors Company en 1917. A partir de entonces, la fábrica empezó a elaborar automóviles Nash, alcanzando una producción anual de 6.500 automóviles ese mismo año. El primer automóvil nacido íntegramente bajo la dirección de Charles W. Nash seria el Nash Tipo 681, este estaba dotado de un motor seis cilindros en línea con árboles de levas laterales, este modelo empezó a producirse a finales de ese mismo año.
A principios de los años 20, comenzaría a expandir con la compra de otras empresas de automóviles en Wisconsin. Como la Mitchell Motors Company en 1923 o la LaFayette Motors Corporation de la que Charles W. Nash también era presidente. Utilizando su capacidad productiva para construir sus propios automóviles. En diez años, la producción anual se había aumentado a más de 130.000 automóviles al año. Aun así se presentaría un serio problema con la falta de capacidad productiva, pues había una larga lista de espera de varios meses para recibir un Nash nuevo. La formula de su éxito era muy simple, los automóviles de Nash ofrecían un precio ajustado y una calidad superior a la media, siguiendo el eslogan de la empresa «Dar al cliente más de lo que ha pagado».
Con la llegada de los años treinta, Charles W. Nash se dio cuenta de que nunca podría competir con el ”Big Three” (GM, Ford y Chrysler) que controlaba el 75% del mercado, por lo que baso su administración en la cautela, una gran atención a los costes productivos y a cualquier oportunidad de expansión que se le presentase. En enero de 1932, Charles W. Nash decide que ya había llegado el momento de ceder el testigo como presidente de la compañía a Earl McCarty aunque se mantendría como presidente del consejo de administración. Su intención era tener tiempo para poder descubrir Europa junto su inseparable esposa, Jessie Nash. Pero esta tranquilidad, se terminaría en octubre de 1936, cuando E. McCarty decide renunciar a la presidencia por motivos personales, lo que obligaría a Charles W. Nash a tomar las riendas temporalmente de la empresa. En diciembre del mismo año, Nash Motors se fusionaría con el fabricante de Kelvinator, para formar la Nash-Kelvinator Corporation. Que durante la Segunda Guerra Mundial, dejaría temporalmente de producir automóviles, para construir material bélico durante la contienda.
A raíz de esta unión, Charles W. Nash, vio en George W. Mason, una persona capaz de llevar las riendas de la empresa lo que llevaría a retirarse de manera definitiva en 1945. Tan solo dos años después de esto, en la primavera de 1947, su esposa Jessie Nash fallecería. La muerte de su adorada esposa, hizo mella en su salud, que comenzó a decaer precipitadamente, hasta expirar el 6 de junio de 1948 a los ochenta y cuatro años de edad. Con su muerte, desaparecería uno de los grandes industriales americanos, además de uno de los grandes filántropos de su época. Charles W. Nash, dejaría una profunda huella en cada una de las personas que lo conocieron, sobre todo en sus trabajadores a los cuales trataba como hijos y los cuales le respetaban profundamente puesto que conocían su historia que con mucho esfuerzo se había ganado con el sudor de su frente todo lo que había logrado, demostrando aquello de que sueño americano era posible, pues había nacido en la miseria y creado un imperio empresarial.
Durante toda su vida, se caracterizaría por tener una actitud cercana con sus trabajadores, pues al contrario que otros Charles W. Nash sabía lo que era ser un trabajador asalariado. Algunos detalles que dejan patente esto son que cada mañana desayuna en la cafetería la fábrica junto a los demás empleados o que la puerta de su despacho estuviera siempre abierta. Pero su carácter filantrópico no se limitaba a meros gestos sino que se encargaría de velar por el bienestar de sus empleados, construyendo en sus fábricas unas modernas enfermerías donde tratar a los empleados. También seria pionero en el establecimiento de fondo de ayuda, jubilación o planes de financiación ventajosos para que sus empleados para que pudieran encontrar una vivienda o adquirir acciones. Todas estas medidas tan innovadoras para la época, eran para cualquier empleados de la Nash Motor Corporation, fuese cual fuese su puesto de trabajo. Llegando incluso, a construiría un estadio de beisbol con 2.620 butacas, en el que días festivos, jugaba el equipo de béisbol de la empresa.
Además de todas estas cosas, el altruismo de Charles W. Nash, no sería tan solo con sus empleados, sino que junto a su esposa Jessie Halleck, donaron enormes sumas de dinero a diversas organizaciones benéficas en beneficio de los niños y jóvenes, establecieron escuelas y campamentos destinados para ellos. Como muestra de su legado, en la actualidad la escuela de Kenosha, Wisconsin, todavía lleva por nombre «Nash Elementary School», y utiliza el logotipo de Nash. En cierta medida, su legado empresarial continuaría tras la muerte de su fundador, la empresa continuo su paso, hasta Abril de 1954, en la que Nash y Hudson se fusionaron, dando lugar a una nueva compañía que se conocería como, American Motors Corporation, Pasaron los años hasta que en los años ochenta Renault, adquirió el 22% de la compañía, que posteriormente vendería a Chysler en 1987. En la actualidad tan solo se conserva la marca Jeep.